viernes, 30 de noviembre de 2007

THE OFFICE

Por ahora no se me ocurre un ejemplo lo suficientemente claro sobre mi densa explicación del título de este blog, pero ya llegará.. pienso y pienso...Mientras tanto, os tengo que hacer partícipes de lo BIEN que me lo paso cuando veo la serie americana The Office.
Tengo que reconocer que soy una serie-adicta y no suelo ver otro tipo de programas. De hecho, desde la revolucion del adsl y las ventajas del acceso ilimitado (por ahora) a las producciones americanas, me limito casi exclusivamente a la series americanas en V.O.
La primera serie en nuestra historia (incluyo a mi sufrido acompañante de sofá) fue Friends, que empezó como coleccionable de quiosco y acabó por estuches enteros de la Fnac; en esta serie hay episodios que, a pesar de haberlos visto más de tres veces, aún nos provocan ataques de risa incontroblables (véase aquel en el que Joey intenta aprender francés). Más tarde descubrimos, gracias a Deuvedés, un nuevo tipo de serie americana muy diferente de lo que habíamos visto hasta el momento: Six Feet Under ( A dos metros bajo tierra). Fue un cambio absoluto, nos dimos cuenta que en los EEUU existe una industria de series de tv que no presupone a su público como una masa inculta y sin criterio y que de hecho, hay muchísimas series muy, muy buenas que tienen detrás guionistas inteligentes, irónicos, críticos con su propio país y sobre todo, el rebaño que somos los seres humanos.
Los Soprano, Entourage (El séquito), Flight of the Conchords, Weeds, Big Love....tantas..
Pero volvamos al comienzo: The Office.
El argumento es muy sencillo: trabajadores de una oficina regional de venta de papel en su día a día en la oficina. ¿cómo puede ser tan buena si sólo trata de esto? Comprobadlo, please.

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